Puede que hayan pasado unas semanas,un mes.
A veces incluso más tiempo sin vernos...
Y aún no sé como lo hace.
Nunca me había cruzado en mi vida con ninguna persona así,ninguna persona ha sido capaz de hacerme sentir lo que él consigue: estar un tiempo sin vernos y sentir que los días no han pasado.
Puede que los treinta segundos previos al reencuentro sienta nervios y un ligero cosquilleo, como hace una semana.
Cuando por fin bajé del tren me di cuenta que me habia engañado.
Cinco minutos antes me había dicho que me estaba esperando en el aparcamiento, fuera de la estación.Pero no fue así.
Estaba esperándome allí, a menos de cien metros de mí.
Yo me hice la despistada y un poco la interesante con mis gafas de sol-estilo "famosa que llega a una estación"-.
Sabía que me estaría observando, divertido.
Subí en la rampa mecánica que me llevaría hacia él,mientras lo observaba a través de mis cristales. Lo miré y pensé, hay que joderse... está más guapo que nunca.
Él también intentó hacerse el despistado,pero no lo consiguió, porque me levanté las gafas y nos miramos.Yo había ganado nuestro duelo particular.
Cuando ya sólo nos separaba un metro de distancia dejé pasar a una señora mayor con su maleta... pensé,total he esperado tanto este momento, ¿ que más me da un segundo más?
Y en sólo un segundo soy la persona más feliz de toda Delicias,ese beso y ese abrazo que tanto he esperado por fin se han hecho tangibles.
Los nervios me duran a penas cinco segundos más.
Cuando coge mi maleta con la mano derecha y mi cintura con la mano izquierda ya está la suerte echada.
Subimos al coche, le toco la cara, se la beso, él me besa a mi también mientras me dice...mira cuantos besos de bienvenida y empezamos a hablar mientras arranca.
Y me siento como si no nos hubieramos separado ni un solo día.