Sigo ahí.En su vida.Intangible siempre,no me toca, no lo toco, no le oigo, no me oye.No nos olemos.
Pero sigue su presencia,igual que la mía sigue para él también.
Podríamos haber puesto punto y final pero no ha sido así.
Nunca he creído en la amistad entre un hombre y una mujer,no al 100 %,y menos con alguien con quien he intercambiado más que palabras.
Pero hay algo todavía, no sé que es, quizás química,complicidad,cariño.
Oigo su nombre por todas partes y sonrío recordando que he tenido suerte al cruzarme con él en la vida.
Me gusta hablar con él algunas noches...lo veo conectado y el corazón me da un vuelco.
Y hablamos, nos reímos,le cuento mis problemas, me cuenta los suyos.
Luego pasan 2, 3 o 4 días que no sabemos nada el uno del otro, pero da igual porque enseguida nos actualizamos, y es como si no hubiera pasado el tiempo...me parece curioso, la verdad.
Un día hizo una alusión a ella,y me puse triste.Pero no se lo dije,me fui simplemente.
No muerta de celos o envidia...muerta de pánico porque no quiero entrar en algo así.
Y no sé por qué espero el día que me diga que no le va bien,que me diga que ya no está con ella, que fue algo pasajero.Y que quiere verme.Porque yo...me muero por verle, es un secreto, pero así es.
A veces siento que puede que yo sea como una goma elástica, me alejo, me voy,me distancio,para luego volver con fuerza.Pero eso es algo que no sé,ni tan siquiera es algo que puedo presentir...
Mientras tanto sigo con mi vida, mi trabajo( mucho),mis amigas,mis libros, mis conciertos, mis escapadas de finde a Madrid,mis fiestas del pijama con mi pequeña princesa rubia,mi vida sigue, y eso me gusta.
Vivo en paz conmigo misma,es como si poco a poco fuera encontrando el hueco en esta función de vida que me tocó vivir.
Y sus ojos verdes aparecen en sueños alguna que otra vez para decirme que así tiene que ser...