martes, 20 de enero de 2009

Fábula del elefante encadenado


Porque hoy me siento como este elefante, encadenada a muchas cosas de mi vida que creo que no podré cambiar.


Porque a veces he podido ( y puedo) con cosas muy fuertes, y otras veces cualquier nimiedad hace que me sienta diminuta.




Para todos ustedes...la fábula del elefante encadenado de Jorge Bucay ( me la he descubierto Mipetisa, gracias guapa)
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales.


Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe era también el animal preferido de otros niños.


Durante la función, la enorme bestía hacía gala de un tamaño, un peso y una fuerza descomunales... Pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.


Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y aunque la madera era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza,podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.


El misterio sigue pareciéndome evidente. ¿Qué lo sujeta entonces?. ¿Por qué no huye?.Cuando era niño, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores.


Pregunté entonces por el misterio del elefante... Alguno de ellos me explicó que el elefante no huía porque estaba amaestrado.


Hice entonces la pregunta obvia:"Si está amaestrado, ¿porqué lo encadenan?".


No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca...


Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.


Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento el elefantito empujó,tiró y sudó tratando de soltarse.


Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro... Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.


Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa, porque, pobre, cree que no puede.


Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.


Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.


Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.


Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo lo intentamos y no lo conseguimos.


Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo,no puedo y nunca podré.


Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.


Cuando, a veces, sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos de reojo la estaca y pensamos:"No puedo y nunca podré".


Ésto es lo que te pasa, vives condicionado por el recuerdo de una persona que ya no existe en tí, que no pudo.




Tu única manera de saber si puedes es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón...¡¡¡Todo tu corazón!!!
Jorge Bucay

5 comentarios:

Mipetisa dijo...

Pues ya sabes, aplicate el cuento y empieza a mirar esa estaca que te tiene atada, como el trozo de madera que es y no como algo que no se puede mover.

Un besote.

Anónimo dijo...

Fijate en el palito!!!!
Arranquemos todas las estacas del mundo, incluidas las nuestras!!!

Amarbe dijo...

Muchas gracias a los dos por los ánimos
Ya estoy un poquito mejor...sera porque veo que la estaca es un palito chiquito :)

Anónimo dijo...

Hola, he pasado por aquí de rebote y te encuentro un poco down. Todos son ciclos, estar arriba para volver abajo y cunado tocas fundo volver a brillar. Te entiendo.

No se que te parece el libro de Tokio... pero si te acaba enganchando (o lo ha hecho ya) seguro que te gustará AL SUR DE LA FRONTERA, AL OESTE DEL SOL.

Buena suerte buenos días y buenas noches

Amarbe dijo...

Pues de momento el libro de Tokio Blues no me está entusiasmando.Quizás me lo habían recomendado tan fervientemente que por ésto me está defraudando un poco...pero bueno aún llevo poco leído, espero que la trama se anime un poco más
Gracias por leerme y por todos los comentarios